viernes, 11 de septiembre de 2009

Concierto del segundo para el entierro de una exposición

Jacinto Lara. Joaquin Castaño. Juanjo Caro.


Perfomance realizada en la Galeria Studio 52 durante una exposición
de Pepe Morales, en mayo 1.979.

Le Lutiers, Joaquin Castaño, Juanjo Caro, Santiago Bravo, Eduardo Lara y Jacinto Lara, son los "culpables".


CONCIERTO DEL SEGUNDO PARA EL

ENTIERRO DE UNA EXPOSICIÓN


Los antiguos conciertos ya habían inspirado a varios compositores sus delicioso valses nobles y sentimentales y sus hermosos poemas sinfónicos: “La vals” para “El Orquesta” y su fabuloso concierto del segundo para el entierro de una exposición.

Los alumnos del último curso del centro de altos estudios musicales “ENCARNA”, encararon la composición colectiva del entierro de una exposición para concierto.

El concierto del segundo para el entierro de una exposición añade a su riqueza temática, tétrica y formal, que se manifiesta ya desde el primer compás, un indudable valor musicolocológico. En el trabajo de investigación previa, los compositores consultaron viejas partituras de la Belle Epoque y de la gran obra músico-vocal para piano, coro y orquesta del Necronomicón. Descubrieron con sorpresa que la tonalidad de dichas partituras era de la misma en todas: Blanco-amarillento, descubriendo también que es mediante la Magia que las abominables instituciones que nos encierran:

Patria, Familia, Sociedad, Espíritu, Conceptos, percepciones, Sensaciones, Afectos, Corazón, Alma, Ciencia, Ley, Justicia, Derecho, Religión, Arte, Nociones, Verbos, Lenguaje...

Ya no corresponden a nada real.

En el concierto del segundo para el entierro de una exposición está presente el espíritu de:

Leger

Van Ghog y

Vall Toifell,

Ofenbach,

Bekenwaüer,

Vhon Supe,

Kalman,

Oscar Strauss,

Josep Strauss,

Johan Strauss,

Straurdinarios todus,

El Aduanero Rousseau,

El conductor de tranvías de NIUYORK Walt Witman,

Antonín Artaud,

Les Luthiers y, como no

Tchaikosky.

Para su ejecución se emplea una orquesta amateur pudiendo modificarse supuestamente por una orquesta buena.

El concierto del segundo para el entierro de una exposición comienza con un “PORTATO-ASSAI”; el segundo tiempo es un “DECHIZZO-A-LA-TERRA-COMBATERE” en el cual se plantea el desarrollo ulterior de la obra plácidamente, en forma muy tensa, con total serenidad, agitadamente, en una paz plena, creando un clima calmo, caótico, definiendo: indubitablemente la intención de los autores (de alguna manera).

He aquí la ambigüedad.

Sigue el intermezzo compuesto sobre un esquema en el cual las figuras predominantes son negras, como en el Jazz.

El intermezzo desemboca en el tiempo siguiente, que por otra parte es la única posibilidad. Se trata del “LEVARE-' L-ANGUENTE” que establece una atmósfera angustiosa, donde las cuerdas cantan ebrias de pánico mientras los oboes se superponen a las flautas.

El desenlace es abrupto, un “PIZZICATO-TANTO” de ritmo alocado, paradógicamente a cargo de las cuerdas.

Música concreta que se concreta en un segundo.

La música concreta, que vista y oída de canto, entra por un oído y sale por otro, afectando las ramificaciones nerviosas del amable escucha; y como encargado del registro, certifico que esta presentación contiene correspondencia oficial. Como corresponde a la “Perisferia” de Mayo.

Agradecemos su colaboración a:

André Bretón que es surrealista por lo que sigue.

Swift es surrealista en la maldad.

Sade es surrealista en el sadismo.

Chateaubriant es surrealista en el exotismo.

Constant es surrealista en la política.

Hugo es surrealista cuando no es tonto.

Desbordes Ballmore es surrealista en el amor.

Beltrant es surrealista en el pasado.

Ravé es surrealista en la muerte.

Poe es surrealista en la aventura.

Beaudelaire es surrealista en la moral.

Rimbaud es surrealista en la vida practica y en todo.

Mallarmé es surrealista en la confidencia.

Harrye es surrealista en la absenta.

Nouveau es surrealista en el beso.

Saint Poll-Roux es surrealista en los símbolos.

Fargue es surrealista en la atmósfera.

Vache es surrealista en mí.

Reverdy es surrealista en sí.

Saint-Jhon Perce es surrealista a distancia.

Roussell es surrealista en la anécdota.

Juanjo es surrealista en el gesto.

Santi es surrealista en los pies.

Joaquín es surrealista en la línea recta.

Jacinto es surrealista en su El.

Magritte es surrealista.

Hortensia es surrealista.

Pepe Morales es surrealista en nosotros.

Paco Aguilera es surrealista en la iconografía de la guerra civil.

Y sintiendo no poder continuar en lo que sería una lista interminable y para no robar tiempo al concierto del segundo para el entierro de una exposición, los alumnos del último curso del centro de altos estudios musicales “ENCARNA” agradecen al colectivo pro-música funeraria “ENGARABITO” haber tenido la suficiente faz, cara, rostro, jeta, careto, para interpretar este genial concierto del segundo para el entierro de una exposición.

Por favor, Maestro, ante su vara.

1 comentario: